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domingo, 6 de octubre de 2013

no hay forma de modificar los rasgos de la sicopatía ese irrefrenable impulso para la transgresión y su auto justificación y la ausencia de remordimiento aunque el sicópata a menudo es presa de angustia. antepone su escala de valores y no se hace responsable de sus actos propios. manipula, utiliza y seduce al otro hasta destruirlo, mentiroso encantador, confiable, amable y sensato, suele envolver con mentiras a quién le conviene.

NO SÓLO SON LOS ASESINOS DESPIADADOS DE LAS PELÍCULAS | SON PERSONAS APARENTEMENTE “NORMALES”, MUY AMABLES Y ENCANTADORAS. ¿LA DIFERENCIA?  NO TIENEN REMORDIMIENTOS Y HACEN DAÑO CON TAL DE LOGRAR SUS OBJETIVOS.
Cuando se habla de un psicópata, a la mayoría de la gente se le viene a la cabeza un asesino en serie o personas sádicamente violentas, tal como se muestra al Dr. Hannibal  Lecter en la película “El silencio de los inocentes”. En realidad, es la idea general que se tiene sobre las personas que padecen este trastorno, pero ¿es exactamente así? Pues no siempre.(Apareció en Los Tiempos, suplemento OH!)


Un psicópata no es necesariamente el asesino despiadado que vemos en el cine, la televisión o la literatura; por el contrario, puede ser una persona seductora y encantadora con tal de conseguir el objetivo final que persigue. Lamentablemente, estas personas malvadas y manipuladoras que sólo las identificamos con personajes de ficción, son más comunes de lo que se piensa y viven entre nosotros.
“Existen más psicópatas de lo que logramos ver y aunque no se puede dar un solo perfil de las personas con este trastorno, con el tiempo se han ido acumulando datos que permiten acercarse más a una definición acertada. Si bien existen conocimientos generales y universales en la gran mayoría de los psicópatas, no se debe perder de vista las particularidades de cada uno. Un perfil es sólo un esbozo, una parte de la imagen y nunca el origen de esa imagen. Por lo tanto, un perfil es sólo una silueta en las penumbras”, dice Franz Siles, Psiquiatra y Psicoanalista de la Clínica Los Olivos.

¿CÓMO IDENTIFICARLOS?
 “Algunas piezas infaltables en el vivir del psicópata son: un impulso irrefrenable para cometer actos transgresores y la auto justificación de los mismos, así como una ausencia de remordimiento. El psicópata es una persona que se apega sólo a lo que a él le interesa, antepone su escala de valores con respecto a la de los demás y no suele hacerse responsable de sus propios actos. Considera al otro un ser inferior y por tanto lo utiliza, manipula y seduce hasta destruirlo”, explica el especialista.
Suele ser un mentiroso encantador y se muestra en principio como una persona confiable, amable y sensata, pero sólo busca envolver con falsas promesas y mentiras a quien le conviene, para lograr lo que se ha propuesto.  Otro rasgo común es que busca ascender socialmente para poder disfrutar del poder y la posibilidad de manipular a los demás, pero eso sí, siempre mantiene su espalda bien cubierta.
Según un artículo de Laura Knight-Jadczyk, en el portal quantumfuture.net, los psicópatas “no sólo codician las posesiones y el poder, sino que sienten un placer especial al usurpar o quitarle a los otros (a un hermano simbólico, por ejemplo); lo que puedan plagiar, estafar, y obtener mediante extorsión; son frutos mucho más dulces de los que pueden ganar realizando un trabajo honesto”.
Otro rasgo, además de ser inteligentes, “es que se manejan por lo general dentro de las normas sociales aunque no las comparten, por ello es que en muchas ocasiones pasan inadvertidos”, dice Franz Siles.
En definitiva, son hábiles actores y saben a quién "elegir" para lograr lo que quieren.
“Según estudios realizados, la psicopatía es un trastorno que tiene mayor prevalencia en varones que en mujeres (del 3 por ciento contra el 1 por ciento)”, dice Siles, que advierte que resulta difícil encasillar en un solo perfil al psicópata, pero sí se sabe que es una persona que comete cíclicamente grandes o importantes transgresiones contra las personas, pero ocultando la autoría de dichos actos no por vergüenza sino para no perder la oportunidad de seguir cometiéndolos.
“Camina por el filo de la navaja para que se lo perciba sin observarlo y tiene, además, una necesidad de hacerlo permanentemente”, asegura Siles.

TRATAMIENTO
“No existe un tratamiento medicamentoso específico ni de psicoterapia para tratar de modificar los rasgos de la psicopatía. Sin embargo, en algunos casos se medica pero no para tratar el mal en sí sino para atenuar otros síntomas o por ejemplo si se evidencia una lesión orgánica que suele ser frecuente y que se detecta mediante un electroencefalograma”, dice el especialista.
Muchos científicos han dedicado gran parte de su tiempo a investigar este trastorno con el fin de encontrar un cura; sin embargo, hasta ahora no existe un tratamiento eficaz.
Robert Hare, uno de los mayores expertos en psicopatía del mundo y autor del test PCL-R, la principal herramienta de diagnóstico de psicopatía, que lleva investigando psicópatas desde hace más de cuatro décadas, indica: “yo no hablaría de tratamiento sino de control de su comportamiento. Durante toda mi carrera he estudiado a centenares de psicópatas, y no creo que haya posibilidades de cambiarlos.
No sienten ningún tipo de dolor psicológico. Sólo modifican su manera de actuar si les conviene desde una perspectiva egoísta”.