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martes, 28 de agosto de 2012

Según periodista boliviano Bleischner Assange si "sale de su guarida" tendrá ocasión de huzmear en los "secretos de América Latina" y luego publicarlos como acostumbra.

La Organización de Estados Americanos concedió su voto favorable a Ecuador en el caso de protección a Julian Assange, el fundador de Wikileaks. Ya que los miembros de la OEA y UNASUR amparan la noble acción de dejar ver información confidencial al público, es de suponer que colaborarán con las pesquisas que pueda hacer Assange en su nuevo entorno si consigue salir de su guarida. 
Si logra asilarse en Ecuador va a tener la suerte de interiorizarse de los acontecimientos en la región, lo cual le abre una ventana de oportunidades para revelar lo que sucede en esa controvertida parte del mundo. Al fin y al cabo, según él y sus defensores, su misión es desvelar los secretos de corrupción, violaciones a los derechos humanos, contravenciones a la democracia y cosas por el estilo.
 Assange podría empezar por la Argentina, investigando el origen de las fortunas de Cristina Kirchner y las viejas de Plaza de Mayo, sin olvidar las de sus ministros y los gobernadores peronistas. Dándole un ansiado toque novelístico, podría anunciar de una vez por todas quiénes son los genuinos amantes de la presidenta. Subiendo en el mapa, debería poner énfasis en la libertad de prensa y de expresión en Bolivia. En ese país se prohibió pronunciar los adjetivos del idioma español pues el gobierno los considera ofensivos. Probablemente editaran un nuevo diccionario de 200 palabras que es el vocabulario que utilizan los gobernantes. 
Debido a que se intenta retornar a la cultura del incario, queda en cuestionamiento si se puede usar el cariñoso saludo de la época: “No seas ocioso, mentiroso, ni ladrón”. En Ecuador, donde se respira un aire ecológico superior al de Suecia, Assange puede analizar las actividades de la estatal Petroecuador que es responsable de más de 1.000 derrames de petróleo que destruyeron el medio ambiente y el hábitat de los indígenas. Afortunadamente Galápagos queda lejos de los izquierdistas ecuatorianos. En los socializados países sudamericanos, Assange podría indagar acerca del acceso popular a las telecomunicaciones, a las que les debe tanto, si le alcanza el ancho de banda y el bolsillo, pues sus gobiernos tienen el monopolio del sistema y se esmeran en dar el peor y más caro servicio como una manera de restringir la divulgación y lectura de noticias. En Venezuela, el hacker podría ayudar a conocer los vínculos íntimos que unen a Irán con el régimen bolivariano y mostrar qué actividades realiza Hizbolah en América Latina. En Chile podría indicar hasta donde llegan los nexos entre Hamas y la comunidad palestina chilena y qué objetivos contenplan.
 En Perú podríamos descubrir si finalmente Ollanta Humala es nazi, comunista o simplemente oportunista. Veríamos cuáles son los negocios que propuso a la empresa privada y quiénes están de socios. De Brasil podría contarnos cuáles son los vínculos de la mafia con la policía y la clase gobernante, si es que los hay. Tal vez nos pueda ilustrar acerca de a cuánto asciende la fortuna personal de Lula da Silva. El tráfico de drogas y armas, y los lazos de los gobiernos latinoamericanos con los cárteles y los terroristas musulmanes son temas para que Julian Assange pueda explayarse vendiendo información en vez de regalándola. Por fin solucionaría sus problemas económicos y hasta podría conseguir un sobreseimiento de su causa en Europa.
 Latinoamérica le brinda a Assange la oportunidad de llegar a ser lo más grande a que ambicionó jamás, haciendo que por fin se conozcan los secretos estatales, la vida personal de los gobernantes, los fraudes electorales, los desfalcos al estado, los famosos negociados, el enriquecimiento ilícito, la obstrucción de la justicia, la persecución política y todo aquello en lo que Wikileaks tiene experiencia. Ecuador y sus socios de UNASUR deben recibirlo con los brazos abiertos. Brindarle acceso a todos sus documentos y servicios de información, más conseguirle todos los instrumentos cibernéticos para que haga su mejor trabajo. Tengo que pedirle disculpas al presidente Rafael Correa y la OEA por haber dudado de su integridad. Por fin puedo captar la magnitud y el esfuerzo que están haciendo por irradiar la verdad política y que el mundo diluya sus maliciosos prejuicios acerca de los democráticos gobernantes socialistas latinoamericanos..

Fuente: eju.tv - Sugerencias de investigación para Julian Assange en Latinoamérica
http://eju.tv/?p=229167

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