prosigue adelante nuestra búsqueda del sicópata asesino que en plena media noche, a cubierto del silencio y del vacío pretendió matar a su víctima

 Descaradamente mentiroso

Nuestra búsqueda no se detiene y su conducta lo va descubriendo a todas las personas que le rodean sean amigos, compañeros de trabajo, personas de su entorno. Su codicia por poseer bienes es inocultable y quiere además poder. Ha tratado, trata hoy mismo de usurparle el poder a los que están en su cercanía sean parientes o compañeros, a los que copia, suplanta, estafa y obtiene finalmente mediante extorsión en lugar de dedicarse a trabajar y producir y adquirir bienes en forma honrada y decente, como todos los demás.

Cuando le parece haber agotado una fuente de la que puede sacar provecho, salta a otra y como ha dicho Sabbatini en 1998, le chupa la sangre, la deja de caso, su placer está en causar la desgracia de otros lo que le provoca un deleite especial, la gente le tiene que estar  subordinada y la degrada hasta la humillación.

El sicópata que estamos persiguiendo sufre sin duda anormalidades neurológicas, en el lóbulo frontal del cerebro. Lo interesante es, según han descubierto los médicos que esta región controla también el miedo. La actividad química anatómica anormal (de alta probabilidad como proveniente por herencia o fruto de alguna lesión. Cuando sea aprehendido  bajo la acusación de asesinato o intento de asesinato con el uso del tomógrafo se podrá determinar visualmente la actividad metabólica de sus neuronas cerebrales.

El sicópata que estamos buscando cree que nadie sospecha de él, que sus coartadas no han podido ser desmentidas y que “la credibilidad de sus declaraciones ante la policía y los fiscales, por tanto está tan seguro de sí mismo que sus amígdalas le afectan en su agresividad, en su sexualidad y en el manejo de la prudencia. El individuo se está debelando en su intento de interpretar las emociones de su madre, hermana y de sus criaturas. Ahora los médicos le harán un examen de sus amígdalas que creen están  afectando su comunicación emocional. Es posible que ésta anormalidad les impida “ver” las emociones en sus interlocutores. Aparece el ejemplo en el libro Are You Married to a Psychopath  (Casada con un psicópata?) que alcanzó gran difusión en la pasada década.

Manipulador como es aprendió a conocer a cada uno de nosotros en la familia y pretende además saber cómo manipular y cómo influir en los sentimientos de los demás. Menos mal que casi todos lo conocer porque “tiene el talento de cazar mujeres amables y cariñosas”
Ha sido a través de sus maneras, de “su mímica” genuflexiones y reverencias que este sicópata asesino atrajo a ML y otras chicas, hasta ahora sabemos que dos más por lo menos en Angered, todo para fingir una falsa empatía con sus víctimas. Cuando uno comienza a conocerlo está convencido que sus emociones son normales, nos contó la historia triste de su pasado su problema con las drogas y las dificultades dentro de su familia, no sólo en la imposible relación con su padre cuyo nombre no puede pronunciar y de cuya memoria parece no redactar nada, absolutamente nada, como alguno que sufre una amnesia total. Lejos estábamos todos de sospechar que el individuo no siente emoción por nadie, ni compasión por los demás, entonces la gente empezaba a sentir pena y creo yo personalmente que este fue el motivo de atracción, su aparente soledad y sufrimiento, para “sentir pena y tratar de ayudarlo”. El factor de la compasión, de otro lado un sentimiento muy cristiano.
Y llegó la mentira inseparable de su “ser sicópata”. Detrás de una mentira, otra mentira y asi sucesivamente, cuando se le pillaba una mentira, inventaba otra y otro, sin importarle ser descubierto. Mentía en forma descarada o sea sin vergüenza alguna. Ya alguno lo había dicho “la mentira, el engaño, la manipulación eran, son “sus talentos habituales”, cuando se le descubre no llegaba a sonrojarse, ni le importaba absolutamente. Ahora es cuestión de confrontar de las primeras a las siguientes declaraciones, las mentiras fluyen y hasta una persona no calificada, sea fiscal o policía encontrará contradicciones que en un primer momento confunde, pero que más tarde lo descubrirán con lo que es, un manipulador.

De tal modo que paso a paso, estudiando su actitud estamos acercándonos a la hora de la verdad. Porque habrá aprendido de sus lecturas de los textos sagrados que hay que temer a Dios que siempre descubre al malhechor y a los hombres que cuando se sienten engañados y utilizados reaccionan y piden aplicarle la Ley para evitar que seres  así despreciables y falsos vayan por el mundo haciendo daño a sus semejantes y a sus víctimas elegidas de entre  las más buenas y amables.